20070604

Lo mismo pero más barato...

Hace algún tiempo tuve la "fortuna" de ser invitada a una de las muy exclusivas reuniones en casa de la jefa; toda una noche rodeada con la "crema y nata" de los biólogos, químicos, nutriólogos y médicos de la oficina (aunque la gran mayoría somos como requesón de pueblo). Esa fue la primera reunión de gente del área biológica a la que asistí y realmente es jocoso ver como se comporta la fauna según el área académica o laboral en que se desenvuelven.

Recuerdo las reuniones a las que asistí cuando trabajaba de webONAmaster en tres distintas empresas. La fauna mayormente eran ingenieros en sistemas, licenciados en informatica o diseñadores trágicos... y alguno que otro despistado de áreas que no tenían nada que ver.

El común denominador de las reuniones de "gente de sistemas" y "gente de biológicas" es la gran cantidad de alcohol que corre por esos eventos. Pareciera que las reuniones estudiantiles se prolongaran por varios años y no hubiera otra cosa que ponerse como araña a la menor provocación. Lo diferente es que en las reuniones de sistemas lo que corre brutalmente es la cerveza, seguida por vinos tintos o blancos y el whisky y en las de biológicas lo que abunda es el tequila, rones y brandys. Eso si, en ambas el invitado de honor siempre será el vodka, combinado de diversas maneras, particularmente "suavizándolo" con sprite cero.

Respecto a música y ambiente estas si son claramente diferenciables. Las reuniones de gente dedicada a la red son más "artísticas" y alternativas, mientras que las de biológicas son más pegándole al adulto extemporáneo, al lado guapachoso o simplemente a la memoria de épocas pasadas. Mientras en unas reuniones es común escuchar diversas opciones desde Pulp, Depeche Mode, Rolling Stones o Morcheeba, en las otras no faltará una extensa dosis de trova, Francisco Cespedes o un recopilatorio de Timbiriche que es ampliamente coreado por la concurrencia. Claro que siempre existirán las excepciones, por lo que nunca faltará el diseñador que trae en su coche un disco de Fernando Delgadillo o un químico que trae a James LaBrie en su Ipod.

La comida es a la vez tan disímbola; mientras que por un lado se hacen listas de invitados con el respectivo platillo, postre o especialidad gourmet que llevará a dicho evento, por el otro estan las reuniones en las que lo importante es ver quien lleva alcohol y ya en el calor del evento armar la vaca para pedir pizzas, ir por unas bolsas de papas o poner a la mamá de alguien a preparar sandwiches (sí, algunos aún viven y se mantienen de sus progenitores pero ese tema lo tocaré en otra ocasión).

Quizá lo que es más similar en ambos grupos de personajes son las conversaciones; los temas siempre recurrentes serán hablar mal del ausente, recordar victorias pasadas o hablar de temas sexuales. La diferencia que se podría notar es que mientras los de biológicas se refieren a asuntos sexuales con eufemismos dignos de un salón de clases de primaria de paga, los inges se refieren a los mismos temas con la rudeza y sutilieza de un salón de clases de secundaria pública de uniforme verde.

No se porque ahora que lo analizo, creo que toda la vida he trabajado al lado de puros borrachos, con mal gusto musical y que tienen una fijación malsana con el viboreo y el sexo. Con razón me han contratado!!!

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